Se acerca el día de las madres y no podemos dejar de hablar de “Las cosas por limpiar” (“Maid”, en inglés), una serie basada en una historia real que retrata la mirada íntima e inquebrantable de “Alex”, una madre soltera quien debe enfrentar la tragedia de las relaciones abusivas, la burocracia del gobierno y la desigualdad social para poder salir adelante junto a su pequeña hija Maddy. La adaptación del exitoso libro Maid: Hard Work, Low Pay, and a Mother’s Will to Survive, es un sincero y humano testimonio que en 10 capítulos nos permite recordar la inagotable sensibilidad y tenacidad que encarna una madre en búsqueda de la dignidad, el amor propio y la superación del dolor.
Estas son algunas de las lecciones que aprendimos de esta inspiradora serie y que hoy nos emociona compartir con todos ustedes.
- Creer en ti para afrontarlo todo
Se necesita una persona valiente para tomar a su hija en medio de la noche, sin una sola posesión, y buscar seguridad en lo desconocido. Incluso presa del miedo, Alex tiene que descubrirse a sí misma y superar sus propios fantasmas con un propósito básico y fundamental: cubrir las necesidades básicas de ella y su hija, y obtener la paz y el confort que tanto añora. En este punto, la serie brilla en la forma como obtiene tantos pequeños pero universales detalles sobre el poder de la crianza. Y es que, Alex es una madre quien siempre está buscando estar a la altura de las circunstancias con ternura y determinación para mantener a su hija a salvo.
- Ser vulnerable está bien
En una sociedad donde ser una madre frágil y vulnerable es sinónimo de debilidad, e incluso incompetencia, Maid abre un espacio honesto y real para apreciar el complejo universo de emociones que muchas madres deben navegar día a día. Durante la serie, Alex tiene el permiso de reír y llorar ante las situaciones más divertidas y aterradoras en las que se encuentra, demostrando que ser madres no significa perder su humanidad. De hecho, la posibilidad de mostrarse vulnerable en múltiples episodios de la historia, da cuenta de una visión más compasiva frente a la vida: una experiencia clave a la hora de construirnos cómo seres resilientes.
- La importancia de la salud mental
A medida que la historia se desarrolla, Maid retrata variadas formas de trastornos mentales y fenómenos de violencia ligados a sus personajes (unos más pronunciados que otros), desde los cuales se invita al espectador a una reflexión central: ¿cómo estamos pensando en nosotros mismos, obteniendo la ayuda que necesitamos y practicando las herramientas adecuadas para superar nuestros conflictos internos? Abuso no solo es violencia física, y por esto es importante aprender que pedir y aceptar ayuda no son acciones vergonzosas. ¡Todo lo contrario! Aunque nos hayamos acostumbrado a resolver todo por nosotros mismos, hay cadenas de dolor y heridas de violencia psicológica y/o emocional que debemos sanar y transformar con el apoyo adecuado. Alex entiende esto muy bien a lo largo de la serie, lo que le permite asumir su propia lucha y sanación mental como otro acto de devoción y amor hacía su hija.
- No abandones tus sueños
No es de extrañar que hoy día la maternidad aún sea representada, en el mejor de los casos, como un accesorio y, en el peor, como un obstáculo para la felicidad de una mujer. Sin embargo, “Maid” la presenta como algo completamente diferente: un tesoro. Nadie más como Alex para dejarnos ver un camino de realización que, aunque se forja con mucha diligencia, perseverancia y compromiso, hubiese sido imposible de alcanzar sin el amor incondicional que profesa sobre su hija. Sin ánimos de romantizar las grandes desigualdades que aún hoy día debe afrontar toda mujer que decide ser madre (y que “Maid” presenta perfectamente), no hay dudas de que esta serie es un aliento a vivir la maternidad desde una realidad que no sea incompatible con tus sueños.
- Un viaje que nunca acaba
Maid es una carta de amor a la maternidad que entiende excepcionalmente la complejidad de un camino no lineal donde se encuentran obstáculos y recaídas, y donde incluso debas empezar de nuevo una y otra vez, aunque siempre con mayor experiencia. La evolución que Alex tiene cómo madre deja entrever justamente eso: un maravilloso proceso que cómo mujer le permite mirar a la cara al miedo y la incertidumbre para florecer y comenzar a retribuir en su manera única a las personas que la rodean.
Los invitamos a que se tomen el tiempo de ver esta increíble historia y empaticen con el poderoso mensaje que esconde para conocernos mejor a nosotros mismos. Porque la única forma de ser nuestra mejor versión es aceptando lo que nos han hecho creer que son debilidades.
*Disponible en Netflix*
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